domingo, 9 de septiembre de 2007

Cosas veredes...

Imagínense la cosa más absurda y estúpida del mundo y la realidad se aparecerá con algo peor. El escritor Kurt Vonnegut imaginó para su novela “Mother Night” un grupo pro-nazi que entre sus integrantes incluía a un negro. Lo imaginó como una broma por supuesto. Sin embargo acaban de dar la noticia de que en Israel han desarticulado un grupo neo-nazi integrado por judíos. Fenómeno asombroso ese de la estupidez.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"La madre de los cretinos está siempre preñada" Proberbio italiano

"El ingrediente que más abunda en el mundo es la estupidez"
Frank Zappa

PisicorreVerdeConManolo

Güicho dijo...

En realidad es lo más normal del mundo. No habían negros en la policía sudafricana durante el Apartheid? No son cubanos los guardias en hoteles y aeropuertos de la isla? No hay ninguna vileza institucionalmente organizada que no sea realizable por iniciativa particular. Por el contrario, todavía hay unas cuantos horrores exclusivamente privados: pedofilia, canibalismo, etc.

Sin embargo el asunto tiene otro matiz que no puede soslayarse. La degeneración moral resultante del comunismo. Es que la calidad humana de la ciudadanía rusa no se mejoró precisamente con los 70 años de bolchevismo. Lo digo, porque los sujetos involucrados en esta historia nazi-hebrea son originarios de la Unión Soviética. Para que se tenga una idea, cualquier ruso con un abuelo de raza judía puede emigrar a Israel, cualquiera con un abuelo de raza alemana o judía puede mudarse a Alemania. Esto de los judíos enfilándose para Alemania se debe a un acuerdo germano-israelí para compesar el genocidio durante el Nacional-Socialismo alemán.
Todo aquel familiarizado con los movimientos migratorios post-soviéticos sabe que lo que sale de allí resulta en buena medida cacafuácata de maní -como decía mi abuela. Quieren números? Las cárceles juveniles de Alemania contienen 87,5 % de ex-rusos. Estamos hablando de un pais de 82.310.000 habitantes, donde apenas 3.358.000 inmigraron en los últimos 16 años desde la antigua Unión Soviética, o sea, apenas 4 % de la población total. Debe decirse que entre estos inmigrantes sólo los mayores de 60 años muestran vestigios más o menos grandes de la cultura o raza original. El resto está totalmente rusificado. En lengua y conducta. Pero ahora lo mejor. Al conversar con estos ex-rusos maleantes sale a colación reiteradamente que ellos no eran los malos en Rusia. Por el contrario, eran de los blanditos, a quienes los duros en la Madre Patria les atizaban un sopapo tras otro. Es como el caso de Marsillí, un prieto muy malo en La Lisa, que se había ido de Guantánamo porque los negrones allá le pegaban mucho.

Pero mejor que la noticia está ese proverbio italiano.

Anónimo dijo...

muy bien, los de la isla tienen un grupo de admiración rubio-sucio-soviético dirigido por un prieto...

Infortunato Liborio del Campo dijo...

apretaste Selena