martes, 24 de diciembre de 2013

La televisión (cubana) es algo serio

Ulises Toirac humorista cubano explica sus relaciones con la televisión cubana y las razones de por qué hacía 5 años que no trabajaba en ella:

"En primer lugar las relaciones productivas dentro del Instituto son muy tensas. Al igual que en todos los demás frentes económicos de nuestro país, en la televisión cubana se vive una tensa situación productiva que determina en la calidad de su producto final, que en este caso son los programas que luego emite al aire. Las carestías, el bajo poder adquisitivo de los sueldos que se devengan, la indisciplina laboral, la falta de prestigio y liderazgo de la dirección, la desafortunada desproporción administrativo-artística, así como la desilusión y desmotivación de todos los elementos de su cadena son, por sólo mencionarlos de pasada, los culpables de la baja calidad televisiva.
Por otro lado, la erosión del papel y autonomía del director de programa de televisión, así como su subordinación a una infinita cadena de mando con variados puntos de vistas e intereses en toda su longitud provocan que su papel en la toma de decisiones se vea diluído con leyes, resoluciones, directivas y memorandums que ponen sus diversas facultades en manos de administrativos y dirigentes, logrando con ello un agudo resquebrajamiento de la principal unidad de esta cadena productiva, que es el equipo de cada programa.
Y claro está, el viejo dilema de la televisión con respecto al humor. El ICRT es un organismo que no está subordinado ni a Cultura ni a ningún otro ministerio. Las políticas, rumbos, proyecciones... todo lo que le concierne es sancionado en el Partido a nivel central. No estoy descubriendo nada, es un viejo axioma. Por lo tanto, las decisiones que se toman dentro del Instituto tratan de estar "a tono" con las campanas que "allá arriba" suenan. Muchas veces ese "tocado de oído" es el peor de los censores.
En mi larga experiencia con la televisión no sé cuántas veces me han querido engatuzar con los lemas temporales de "hablar sin tapujos" para luego "censurar sin miseria". Todo bajo el presupuesto de que "no está permitido". Tácitamente (cuando no te lo enfatizan con un gesto ambiguo señalando a las nubes) se sobre-entiende que los criterios de "se puede y no se puede" vienen de arriba. No importa el escalón en el que estés preguntando. Siempre la culpa es de más arriba. Una sola vez en 20 años un directivo asumió su responsabilidad frente a mí. Y era tan idiota lo que me estaba diciendo que llevo cinco años fuera del organismo.
He explicado todo esto para llegar al punto en el que, encomendándome a mis Dioses paganos, le dije que sí a Gloria Torres, que iría a su grabación. El 18 de este mes hemos grabado ese programa... Ya hay ruido... dicen que el verso que improvisa mi personaje, casi al final de la fiesta que simula el programa, está "fuerte"... Todo lo que dice Almendrita al final del programa, al recitar su despedida de año es:
El Año Nuevo está aquí,
el Viejo Año se fué...
Se gastó como un pirulí,
está cerrando como un cine 3D
Yo sé exactamente por qué me metí en esto y lo que podría suceder. Pero uno nunca se acostumbra."

1 comentario:

Anónimo dijo...

ese flaco tiene unos huevos del carajo.....