martes, 1 de noviembre de 2016

Miravalles

El editor Manuel Iglesias me pide un párrafo en memoria del ayer fallecido actor Reynaldo Miravalles para su blog Cines es cortar, párrafo que reproduzco acá con algunos retoques y adiciones:


“Era el rostro del cine cubano”, eso podremos decir a coro, pensando que durante las más de tres décadas que duró su reinado sobre la cinematografía local hubo muy pocas películas medianamente importantes que se le escaparan. O papel que no hiciera memorable con su voz estridente y sus ademanes que desgarbados y sin embargo precisos. Pero también –y en esto debo andar menos acompañado- Reynaldo Miravalles representa para mí la dignidad de la pantalla cubana, grande o chica. No solo la dignidad puramente profesional de su arte sino de su humanidad. Piénsese que entre los personajes que encarnó fueron escasos los héroes. Lo suyo eran los seres que el mundo nuevo que se construía había condenado a la extinción: pícaros, buscavidas, alzados contrarrevolucionarios, burgueses arrinconados por los cambios sociales, campesinos que resistían con terquedad los planes con que la Revolución pensaba atiborrarlos de felicidad. El hombre viejo, en suma. Donde otros se conformaban con representar caricaturas para solaz ensañamiento de las nuevas generaciones Miravalles le concedía a sus personajes la dignidad que por todos lados le negaban, incluso cuando la Historia y el Guión parecía condenarlos sin remedio. Que el respeto por un principio básico en su profesión pueda extenderse a eso que llamamos condición humana no debe ser asunto trivial. Ante esto poco definitiva parece la muerte de alguien que supo animar tantas vidas distintas y su noticia apenas un pretexto para dedicarle el homenaje que siempre le hemos estado debiendo.

3 comentarios:

Miguel Iturralde dijo...

¡Excelente, Enrique! como dicen los americanos "short and sweet". Leí las otras reseñas; magníficas en reconocimiento de la vida y obra de este gigante del arte cubano. Algunas notas provienen de personalidades que todavía viven allá, en contraste con el mezquino silencio oficial ante la partida física de Reynaldo Miravalles. Saludos

Anónimo dijo...

falto mencionar la delicadeza de la tiranía de cobrar 10 mil dolares a la familia por el rescate del cadáver.

Jacobo dijo...

"Piensese" escribe Ud. ¿No es mejor decir "Piense Ud."